Hace más de una década, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) puso en marcha la Estrategia NAOS con el objetivo de concienciar a la población de la importancia de la Alimentación y la Actividad Física y, entre muchas otras iniciativas, promovió la campaña “Come sano y muévete, 12 decisiones saludables”. Lo tenéis disponible aquí.
En lo que llevamos del 2020, año convulso debido a la pandemia Covid-19 que nos asola, deseo tener un especial recuerdo hacia nuestros mayores que están sufriendo las dolorosas consecuencias de la crisis sanitaria.
Por ello, a todos y todas los/as valientes “mayores” que cada mañana se levantan con el ánimo de iniciar un nuevo día, a menudo en soledad, y también a aquellos familiares y cuidadores, también valientes, que se dedican a atender sus mayores dependientes, deseo compartir con todos/as vosotros/as algunas recomendaciones.
“Come sano, es fácil”
Seguir una alimentación adecuada tiene mucho de experiencia y de sentido común, dos cualidades de nuestros mayores que les ha permitido llegar, en muchos casos, a superar la barrera de los 80 años con relativa buena calidad de vida. Una de las claves, consiste en realizar una compra inteligente, en pequeños comercios cerca de casa o mercados tradicionales, de productos frescos de temporada y de proximidad. Otra de las claves, seguir cocinando platos de cuchara tan característico de nuestra gastronomía.
Pensando en los cuidadores, os propongo la interesante lectura de unas fichas prácticas: Alimentación Saludable para Personas Mayores (SEGG). Disponible aquí.
“Despierta, desayuna”
Tras el ayuno nocturno, es necesario que cada mañana, al despertar dediquemos unos minutos para realizar esa primera comida del día que nos ayudará a empezar el día con energía, en especial, si seguimos la fórmula que nos proponen en la guía “come sano y muévete” de AESAN:
Este ejemplo de desayuno y otras propuestas más, puedes encontrarlas en el vídeo “Guía D´elikatuz Bizi 2013: Desayunos saludables”. Disponible en Youtube:
“Quítate la sed con agua”
El agua es un componente esencial para la vida y por ello, a pesar de que envejeciendo perdemos la sensación de sed, es importante vigilar que nuestros mayores se hidraten adecuadamente bebiendo agua, infusiones, caldos, etc. Además, es recomendable beber en cualquier momento del día, pero en aquellos con menos apetito, es preferible hacerlo fuera de las comidas principales, evitando saciarles en exceso.
“Elige alimentos con fibra”
La fibra es un componente imprescindible de nuestra alimentación ya que ayuda a prevenir el estreñimiento (trastorno del ritmo intestinal) que junto a la alimentación y la dificultad de conciliación del sueño (insomnio), constituyen los tres problemas más comúnmente referidos por las personas mayores cuando se lleva a cabo un cuestionario de satisfacción/insatisfacción vital.
La fibra sólo se encuentra en los alimentos de origen vegetal como legumbres, cereales integrales, frutas, verduras y frutos secos.
“Mantén un peso adecuado”
Una mala alimentación tanto por defecto como por exceso, conducen a dos situaciones de riesgo como son la delgadez y la obesidad respectivamente, que provocan que las personas mayores sean especialmente vulnerables a sufrir caídas por fragilidad o ciertas dolencias cardiovasculares por exceso de adiposidad corporal.
Es por ello, seguir una alimentación sana y “vive activo, muévete” constituyen las dos principales claves que permiten a las personas mayores lograr una composición corporal más adecuada.
Nuestro cuerpo está diseñado para moverse y el sedentarismo es un peligro para nuestro bienestar. Diariamente procura dedicar al menos 30 minutos a ciertas actividades como pasear, bailar, etc.
Para terminar, y con el propósito de pasar de la teoría a la práctica os propongo un menú de otoño. ¡Buen provecho!